Sembraré en tu alma oscura
una estela de humo blanco
y un matojo de fresco tomillo,
para acariciar tu sonrisa amplia.
Sembraré en tu lecho de muerte
un libro polvoriento
y un ramo de rosas,
para que puedas acompañarme
en mis noches de insomnio.
Nicolás Esteban 1º ESO
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