Cada día de mi vida pienso en ti,
y tu sonrisa me llega impoluta.
Vienes como ángel de la guarda
a cuidarme entre nubes de algodón.
Madre, gracias por darme la vida
por tu piel cálida cuando tengo
frio.
Eres mi ilusión,
mi felicidad,
mi rosa fresca…
Quisiera tenerte sobre mi
pecho dulce,
quisiera volar todo el tiempo
contigo
para quererte siempre.
Siempre.
Lucas Ferreira
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